La interacción entre estos dos campos magnéticos puede causar tormentas explosivas en el espacio cercano a la Tierra, que pueden golpear a los satélites y causar problemas en la superficie de nuestro planeta.
Vuelan por el espacio en una formación de pirámide para crear un mapa en 3 dimensiones de cualquier fenómeno que observen.
El 16 de octubre de 2.015, las naves espaciales se desplazaron directamente a través de un evento de reconexión magnética en la zona límite en que el campo magnético de la Tierra choca con el campo magnético del Sol.
Estas cuatro naves espaciales, cuyas siglas son MMS, puede decirse que fueron enviadas al interior de un huracán electromagnético, un torbellino invisible llamado reconexión magnética.
El vídeo resume la misión MMS y muestra los primeros resultados de observación.
Desde su lanzamiento, MMS realizó más de 4.000 vuelos a través de los límites magnéticos de la Tierra, y en cada uno de ellos recopiló información acerca de la forma en que se mueven los campos magnéticos y las partículas que los componen.
Un resultado sorprendente fue que en el momento de la interconexión entre las líneas del campo magnético del sol y las de la Tierra las curvas giraron bruscamente de modo que los electrones fluyeran a lo largo de las líneas del campo.
Al observar estos indicadores de electrones, MMS realizó la primera observación de la ruptura y la interconexión de los campos magnéticos en el espacio, que habían sido previstas por los científicos y modelados en supercomputadores.
La reconexión magnética, poderosas explosiones que se producen cuando los campos magnéticos colisionan y se realinean, es un proceso que se produce regularmente en todo el espacio.
Contiene electrones, iones, y lo más importante, campos magnéticos. Este entorno dinámico es muy diferente a lo que experimentamos en la superficie de la Tierra, que está protegida por la magnetosfera del planeta.
El tema es que desde que hace unos 60 años atrás, hemos desplegado satélites, incluso tripulados -en la actualidad la Estación Espacial Internacional lleva unos 16 años con tripulaciones humanas que viven y trabajan allí-, y nos estamos preparando para viajar a Marte, tenemos que entender este complejo sistema.
La reconexión magnética es una de las fuerzas clave que impulsan las partículas y las aceleran a través del espacio, y es un componente fundamental de la radiación espacial – un fenómeno crucial porque nuestra tecnología, y sobre todo nuestros cuerpos, deberán evolucionar mucho para avanzar en los viajes espaciales.
El 16 de octubre de 2.015, los componentes espaciales de la misión MMS viajaron directamente a través de un evento de reconexión magnética en el límite donde los campos magnéticos de la Tierra chocan con los campos magnéticos del Sol.
Ese es el punto en que son reconfigurados los campos magnéticos y las partículas y salen despedidos a gran velocidad.
La NASA señaló que por primera vez tenemos observaciones desde el epicentro de una transferencia de energía de tal magnitud que define cómo se mueven las cosas en el espacio, en un modo similar al que la gravedad establece cómo se mueven las cosas en la Tierra.
La misión recolectó información en cada ocasión, y ahora estamos avanzando en comprender qué sucede allí y cómo nos afecta aquí, y cada vez que una enviada robótica o una nave espacial tripulada salen del campo protector de la Tierra en camino a la exploración más allá de nuestro planeta de origen.
Las MMS no están solas en la investigación de la reconexión magnética, porque ya nos hemos referido aquí a alguno de los varios descubrimientos realizados por la misión Cluster, de la Agencia Espacial Europea. Cluster también está escudriñando en el espacio, en los límites de la magnetosfera de la Tierra, con cuatro naves que se desplazan en formación piramidal.
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