En su sobrevuelo final por la mayor de las lunas de Saturno en 2017, la nave espacial Cassini de NASA tomó datos de radar que revelan que los pequeños lagos líquidos del hemisferio norte de Titán son sorprendentemente profundos, encontrándose asentados sobre colinas y llenos de metano.

Los nuevos hallazgos son la primera confirmación de la profundidad de los lagos de Titán (más de 100 metros) y de su composición. Además los datos nuevos proporcionan nueva información sobre la forma en que llueve el metano líquido, se evapora y se filtra hacia Titán, el único cuerpo planetario en nuestro sistema solar que no sea la Tierra que se sabe tiene líquido estable en su superficie.