Hace unos 4 millones de años, el sol brillaba con sólo alrededor de tres cuartas partes del brillo que vemos hoy en día, pero su superficie se agitaba con erupciones gigantes expulsando enormes cantidades de material solar y radiación hacia el espacio.
Estas explosiones solares potentes pueden haber proporcionado la energía crucial necesaria para calentar la Tierra, a pesar de desfallecimiento del sol.
Las erupciones también pueden haber proporcionado la energía necesaria para convertir moléculas simples en las moléculas complejas, tales como ARN y ADN que eran necesarios para la vida.
La investigación fue publicada en la revista Nature Geoscience el 23 de mayo de 2016, por un equipo de científicos de la NASA.
Estas explosiones solares potentes pueden haber proporcionado la energía crucial necesaria para calentar la Tierra, a pesar de desfallecimiento del sol.
Las erupciones también pueden haber proporcionado la energía necesaria para convertir moléculas simples en las moléculas complejas, tales como ARN y ADN que eran necesarios para la vida.
La investigación fue publicada en la revista Nature Geoscience el 23 de mayo de 2016, por un equipo de científicos de la NASA.